La Taberna

Era un día cualquiera , amanecía, el dueño del antro abría..., siempre con la misma sonrisa a pesar de la crisis, aún tenía cientes de esos fieles a sus Principios. Total, hoy hacía sol, la temperatura era grata, el sol se colaba por las redijas de las ventanas, llenándolo todo de una atmósfera jovial, y siempre soñaba en sus ratos libres con los mismo: una buenas vacaciones en una playa paradisiaca, esa era toda su ilusión, el gustaba la gente , sus amigos, las charlas con todos los cientes, pero envidiaba enormemente,esa bendita soledad de la playa " paradisiaca" , y bueno, gracias a eso sonreía a todo el mundo con mucha emoción,., y se había ganado la simpatía de todo el mundo, ... No cerraba, no cerraba, la gente seguía llendo allí, y el seguía soñando con sus merecidas y ansiadas vaciones en entornos paradisiacos. Y ese esa Su Secreto, no haber perdido la ilusión y obsequiar a todo el Mundo con la mejor de sus sonrisas,por esto no Cerró, daba a la gente lo que menos abundaba, y la gente que no era tonta, sabía apreciarlo... Y , bueneo, luego, todo lo demás, los vinos, las tapas, no eran malos...,pero el dueño de aquel antro , era lo mejor.